Los Monumentos.
El Casco histórico de Florencia es un auténtico museo al aire libre por su estructura tan particular y por el valor arquitectónico de los edificios. Las iglesias, los palacios, las callejuelas, las calles y los talleres de artesanía, construidos desde la edad media hasta hoy, hacen que Florencia sea artísticamente única en el mundo. Algunos de los monumentos más famosos son la Catedral, el baptisterio y el torre del campanario, Palacio viejo y Puente viejo, que con su romanticismo es uno de los símbolos de Florencia.
TORRE - CAMPANARIO DE GIOTTO
La torre, que empezó Giotto en 1337 y que terminaron Andrea Pisano y Francesco Talenti, es una estructura sólida de casi 85 m. La imponente torre resulta elegante y armoniosa gracias a las ventanas, que tienen una o dos columnas. La torre está completamente cubierta de mármoles blancos, verdes y rosas. La base se divide en dos zonas: una con paneles y bajorrelieves que representan las Artes y las Obras Humanas de Andrea Pisano y de Luca della Robbia; la otra parte está decorada con nichos con estatuas (actualmente, muchos originales están el “Museo dell'Opera del Duomo”), dedicadas a los sacramentos, las virtudes y las artes liberales. Es posible subir al campanario, desde donde se ve un magnífico panorama de Florencia.
PALACIO DAVANZATI
Fue construido en el siglo XIV por los Davizzi, familia burguesa florentina que se había enriquecido con el comercio de la lana y la seda. El palacio, actualmente, tiene el nombre de sus terceros propietarios, los Davanzati, ricos mercaderes que reestructuraron el palacio colocando el escudo de la familia y construyendo en el tercer piso un mirador innovador, una terraza y un pórtico, típicos de las casas-torre medievales.
En 1951, el palacio fue comprado por el estado, que lo transformó en "Museo de la Casa Florentina". En el museo había muebles de época, cerámicas, utensilios domésticos y telas provenientes de otros museos florentinos. Hoy, los muebles se encuentran en el museo de Philadelphia. Actualmente, el palacio se está restaurando cuidadosamente.
LA ARQUITECTURA
El Palacio Davanzati fue el primer edificio de la ciudad que tuvo vidrieras en las ventanas, en lugar de las telas impregnadas de aceite, que se usaban en la Edad Media. En el centro del patio, hay un pozo, un lujo para aquella época, que, gracias a dos cisternas y un sistema de poleas, permitía que se llevara el agua hasta el primer piso. Una escalera empinada, de piedra, sube a los pisos superiores. Son interesantes la Sala de los Papagayos y la de los “Pavoni” (pavos reales), las dos están completamente pintadas con frescos coloridos y ornamentales, y en las paredes se conservan las decoraciones originales.
PUENTE VIEJO
Es el puente de Florencia más antiguo y famoso. Cruza el Arno en su punto más estrecho y, justo en esta zona, ya en el siglo I, los romanos habían construido un puente de madera. Después, aunque lo habían reconstruido de piedra, sufrió daños por los desbordamientos. El actual puente fue construido en 1345 por los arquitectos Taddeo Gaddi y Neri Fioravanti. Desde la primera construcción, fue concebido como puente-mercado con filas de tiendas a los dos lados. En 1495, la tiendas se vendieron a privados que, para agrandarlas, cambiaron la estructura original del puente añadiendo habitaciones que sobresalen sobre el río, sostenidas por puntales de madera. En 1565, el arquitecto Giorgio Vasari, por voluntad de Cosme I, construyó el "Corridoio Vasariano" (el Pasillo de Vasari), en tan sólo cinco meses: es una estructura-pasillo, de más o menos un kilómetro, que va por encima de la ciudad y que une Palacio Viejo, el centro político de la ciudad, con Palacio Pitti, que era la residencia de los Médicis, pasando por la Galería de los Oficios, el “Lungarno Archibusieri”, sobre las tiendas del lado este de Puente Viejo y alrededor de la torre “dei Mannelli”.
Las tiendas eran de pescaderos, carniceros y curtidores hasta que Ferdinando I, que no soportaba los olores desagradables bajo las ventanillas del Pasillo de Vasari, ordenó que se las entregaran a joyeros y orfebres. Desde entonces, en el puente sólo hay maravillosas y pequeñas joyerías. En el centro del puente, hay un monumento a Benvenuto Cellini, el orfebre florentino más famoso. Puente Viejo tuvo un papel fundamental en la II Guerra Mundial: lo visitaron Hitler y Mussolini en 1939; durante la retirada alemana de 1944, era el único puente de Florencia que el fuego alemán no había destruido y, sobre todo, permitió a muchos florentinos, disidentes políticos y judíos, que se pusieran a salvo.
PUENTE SANTA TRINITA
Considerado el puente florentino más bonito, se llama así por la cercana iglesia de Santa Trinita. El primer puente de Santa Trinita lo mandó construir la familia Frescobaldi en 1252, de madera, y se derrumbó en 1259 durante un espectáculo. Fue reconstruido de piedra en 1333, pero una riada se lo llevó en 1557. Cosme I mandó a Bartolomeo Ammannati que lo reconstruyera, con la ayuda de su maestro Miguel Ángel. El proyecto que los dos crearon era inigualable por su belleza y por las novedades técnicas, por ejemplo, para resistir a las riadas, Miguel Ángel estudió unos arcos elípticos. En 1608, para celebrar la boda de Cosme II con Magdalena de Austria, se pusieron en el puente las estatuas de la Primavera, el Verano, el Otoño y el Invierno. Durante el verano de 1944, el ejército alemán, en retirada, hizo saltar, despiadadamente, el puente, que fue reconstruido, fiel al original, entre 1955 y 1958 por el arquitecto Gizdulich.
0 comentarios:
Publicar un comentario